Picture by: MONA KUHN
A veces mirarte no es suficiente… ¿Cómo me contengo – cómo hago que no te veo, que no te observo, que no te miro? si lo único que quiero es penetrarte con mi mirada, alcanzarte con mis ojos. Siento miedo de tu belleza, de lo poco real que pareces ser, tan lejana y fría e inhumana.
Intento buscar la forma de darte vuelta, de girarte y así poder encontrar los detalles en ti. Mirarte desde todos los ángulos, conocer cada espacio, cada lunar, cada imperfección, cada concavidad que deseo llenar con mi convexidad y así recorrer sin prisa las lomas de tu pechos erectos, el valle de tu abdomen y tocarte-tocarte-tocarte. Voltearte para alcanzar sin miedo a perderme, el desierto de tu espalda, para bajar por los caminos remotos de tu piel hasta la cascada de tu sexo y humedecer mis dedos, mojarme en tus ríos, saciar mi sed de ti.
Me embriaga tu cuerpo sin nada, como te despojas de esa ropa que te asfixia y eres libre… Tu desnudez te convierte en una puerta por la cual quiero atravesar-te.
