En virtud de mis miedos, me aferré a ti con la excusa de cuidarte.
Me cuidaba contigo,
tú me cuidabas y nunca fue en el sentido inverso.
A veces sueño que sueñas en mis brazos, cuando dormir no era lo que queríamos y
todo lo que necesitábamos de afuera era lo que el otro tenía dentro.
Me aferré a ti
en virtud de mis miedos, con la excusa de cuidarte.
Tú me cuidabas, me cuidaba contigo pero nunca fue en el sentido inverso.
De momentos
doy con la idea que no eres más que
palabras en mis dedos y siempre te he imaginado como quiero que existas, porque no sé hacerme con el hecho de las ausencias,
de tus ausencias.
Con la excusa de cuidarte me aferré a ti,
en virtud de mis miedos.