Eres el puñal que atraviesa mi carne, como lo haría
cualquier cuchillo a la mantequilla para la arepa,
un ardiente sable que
perfora mi pecho como cualquier taladro de cualquier casa un sábado de
bricolaje en familia.
Cuando te veo siento al
universo entero moviéndose en mi plexo solar,
como
las mariposas que todo el mundo siente cuando se enamora,
tal vez eso es lo que significa todo, que estoy enamorado –
pero muy poco
entiendo de rituales, o de identificar sentimientos–.
Cada cierto tiempo pienso algunas cosas, pero no me atrevo a decirlas en voz
alta no vaya a ser que alguien pueda escucharme,
pero cada vez las pienso con
más fuerza, más recurrentes, más abrasivas, más tormentosas.
(ME GUSTA TANTO QUE QUEMA)
Antes de cruzar la calle, al mirar al semáforo cambiar de verde a rojo
(ME GUSTA TANTO QUE QUEMA).
Después de pedir una empanada de pabellón y un jugo de naranja a las 7:30am
en el mismo sitio de todos los días
(ME GUSTA TANTO QUE
QUEMA).
Minutos antes de dormir
(ME GUSTA TANTO QUE QUEMA).
Al abrir los ojos a las 6:40am de Lunes a Viernes
(ME GUSTA TANTO QUE
QUEMA).
Ningún momento juntos es suficiente cuando se termina, estar
en la puerta de tu casa y saber que debo regresar a la mía…
solo, es
como una
quemadura sobre mi piel viva. Y es precisamente ese camino a
casa es el más difícil, el más doloroso, el que más consume…
Y al llegar a mi cama
aparece ese gran agujero negro que
todo quiere absorber y que duele de formas indescriptibles,
querer
duele y cuando alguien te gusta tanto se siente como quema.
El amor deja marcas.
Es un salmo responsorial?
ResponderEliminarSi, la respuesta siempre es: Me gusta tanto que quema.
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